Las anomalías congénitas son las responsables de muchas enfermedades entre las que destacan las cardiopatías congénitas, el síndrome de Down, el labio leporino, la espina bífida, el pie equinovaro, la fenilcetonuria, el síndrome de Edwards, entre otras.
Por ello es de suma importancia la prevención oportuna en un bebé, para que éste pueda tener una vida sana y plena sin mayores complicaciones. Las anomalías congénitas se pueden evitar desde antes de la concepción, así como durante el embarazo a través del control prenatal.
Las medidas que se pueden tomar antes del embarazo es que la mujer que planeé embarazarse complemente su alimentación con ácido fólico para prevenir que el o la bebé venga con defectos neurológicos.
Asimismo, la futura mamá debe asegurarse de estar vacunada contra la rubéola, ya que de contagiarse durante el embarazo se pueden producir alteraciones considerables en el embrión.
Otro de los aspectos más importantes es que antes y durante el embarazo no se debe exponer a agentes ambientales teratogénicos como lo son el alcohol, las drogas o medicamentos no indicados por el médico.
Una vez que el bebé llegó no es primordial, sino obligatorio, que se le realice la prueba de tamiz neonatal en los primeros días de nacido, pues sólo a través de esta se pueden detectar gran cantidad de enfermedades metabólicas que si se detectan a tiempo pueden tratarse y evitar graves consecuencias.
Ahora ya sabes cuáles son los puntos clave para prevenir las anomalías congénitas para que puedas ponerlas en práctica o compartirlas con alguien que esté planeando tener un bebé.