Mitos y beneficios de la vacuna contra la influenza

Uno de los principales mitos y probablemente el más difundido es la afirmación que “la vacuna contra la influenza, provoca influenza”. 

Es importante aclarar que existen dos tipos de vacunas contra la influenza en nuestro país; la llamada “vacuna inactiva”, formulada con virus muertos y la “vacuna recombinante” cuyo origen es artificial. Ya que ninguna de estas dos vacunas contiene en su formulación virus vivos de la influenza, es imposible que su inoculación la provoque.

Como en todas las vacunas, las porciones de virus, o los virus muertos y por lo tanto inactivos, incluidos en la formulación sirven para que el sistema inmunológico aprenda a reconocerlos y esté preparado para combatirlos, pero nunca para provocar la enfermedad.

“Si estás tomando otros medicamentos o consumes alcohol no puedes ponerte la vacuna contra la influenza porque es peligroso”. Sentencia que definitivamente es falsa.

Ni los medicamentos, ni otras vacunas, ni el alcohol interactúa o interfieren con la vacuna contra la influenza. La única razón válida para no vacunarse contra la influenza es haber padecido una reacción alérgica grave, conocida como reacción anafiláctica, como consecuencia de administraciones previas de esta vacuna. Sin embargo, vale la pena aclarar que la incidencia de una reacción anafiláctica a la vacuna de la influenza es de 1 caso por cada millón de personas inoculadas.

“Si la vacuna contra la influenza es gratis no sirve o nos están usando como conejillos de indias”.

El único ámbito en el que la vacuna contra la influenza es gratuita es en la medicina institucional provista por el estado, acción que atiende al derecho universal a la salud, contemplado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La vacuna contra la influenza otorgada por el sector salud está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Secretaría de Salud.

“Soy invulnerable a la influenza”. 

A pesar de que nos gustaría serlo, lo cierto es que no existen personas completamente inmunes a la influenza ni a otros padecimientos. Como siempre, la mejor manera de evitar los padecimientos es prevenirlos y no apostar a la suerte.

“Con vacunarse una vez en la vida estoy protegido”. Sentimos desilusionarte, pero no es cierto.

El virus de la influenza, como muchos otros virus, está siempre en constante evolución, mutando de una temporada a otra, lo que hace que las vacunas de años anteriores no tengan ninguna utilidad contra las nuevas cepas.

“Es mejor enfermar de influenza para poner en alerta a mi sistema inmunológico”

 Cuidado. Enfermar de influenza, o de cualquier otra enfermedad, esperando que eso ponga en “estado de alerta” a nuestro sistema inmunológico y de paso nos fortalezca es una idea muy peligrosa.

“¿Si tengo gripe no me puedo vacunar contra la influenza?” Si puede.

Como lo mencionamos en el tercer mito, la única contraindicación para recibir la vacuna contra la influenza es haber sufrido una reacción anafiláctica, lo que ocurre únicamente a una de cada millón de personas vacunadas.

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