Las últimas décadas han presentado desafíos importantes a las sociedades de todo el mundo, en lo que al manejo de la salud mental se refiere. Desde las epidemias de suicidios en Japón hasta los desplazados por la violencia o la migración, el ser humano moderno está enfrentado a factores que pueden agravar seriamente su equilibrio psicológico y emocional.
Incluso problemas “menores” como violencia en casa, la falta de certezas sobre el futuro, o económicas y sentimentales pueden ejercer sobre el individuo una presión importante que tenga efectos indeseados en su percepción de la realidad.
La pandemia del COVID 19, desde luego, se ha añadido a esos factores que atacan contra la salud mental de las personas: el aislamiento social, la muerte de un ser querido o el colapso económico de la familia son problemas reales que día a día enfrentan hombres y mujeres con un alto costo en su psique.
De acuerdo con la OMS, los síntomas de esta “nueva epidemia de salud mental” pueden causar desde insomnio, paranoia y falta de apetito, hasta sintomatologías musculares y del sistema nervioso.
Según especialistas de la Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido, este estado de cosas ha traído nuevos desafíos a la medicina y a la psicología, y para entenderlos a profundidad se requiere mayor investigación y “una evaluación y refinación de los modelos presentes, que nos permita abordar aspectos sociales psicológicos y neurobiológicos de una forma integral”.
Sin embargo, una manera eficaz de trabajar por nuestra salud mental es involucrarnos en actividades que “liberen” la tensión acumulada. La OMS en su gaceta “Hacer lo que importa en tiempos de estrés”, ofrece las siguientes recomendaciones:
- Reconocer el padecimiento: saber que se padece en la salud mental es un primer gran paso para resolver el problema. El miedo al ridículo, al rechazo, o al juicio, puede evitar que atendamos nuestro padecimiento con la fuerza necesaria.
- Procura la vida: ofrecer el cuidado a una planta, una mascota, o exponerte a la naturaleza, al agua y al aire libre, pueden ayudar a liberar la tensión acumulada.
- Actividad física: otorgarle al cuerpo un cierto nivel de actividad permite la conciliación del sueño y el subsecuente descanso.
- Sana alimentación: un plato equilibrado, lleno de fibras, vitaminas, minerales y demás nutrientes, es fundamental para el correcto funcionamiento hormonal, muscular y del sistema nervioso (sobre todo si el trabajo exige sedentarismo).
- Hablar sobre el padecimiento: compartir con otra gente la situación que se vive puede ser importante para la liberación del estrés. El individuo se siente comprendido. En este sentido, buscar una terapia o un especialista es lo más recomendable.
Si bien las presentes recomendaciones pueden no ser el remedio absoluto para padecimientos mentales mayores como síndromes o trastornos límite, son un buen comienzo para un tratamiento personal e individual que ayude al mejor manejo del estrés.
En Hospital Jardín contamos con especialistas que pueden ayudar a un paciente a tratar sintomatologías más agresivas o padecimientos mayores. No desatiendas tu salud mental, ponte en contacto con nosotros, estamos para servirte.
