Una alimentación saludable se basa en el consumo de alimentos que aportan nutrientes, obteniendo beneficios para nuestro organismo. Los nutrientes son las sustancias químicas provistas por la comida que el cuerpo requiere para su crecimiento, mantenimiento y reparación; los cuáles son:
Proteínas: son esenciales para el crecimiento y reparación de tejidos, así como para la producción de hormonas y enzimas.
Hidratos de Carbono (Carbohidratos): proporcionan energía para el cuerpo y las actividades diarias, así como la principal fuente de combustible para el cerebro.
Grasas: son necesarias para la absorción de vitaminas y minerales, y para la producción de hormonas y células.
Vitaminas y minerales: son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, la prevención de enfermedades y mantenimiento de la salud.
Agua: Es el principal constituyente del cuerpo humano, más de la mitad del peso corporal es agua y la necesidad de agua es imprescindible que la de cualquier otro nutriente.
¿Cómo implementar una alimentación saludable?
Para implementar una alimentación saludable, es importante seguir algunas sugerencias básicas:
En primer lugar, es importante que nuestra alimentación sea completa, es decir, que contenga todos los nutrientes que nuestro cuerpo requiere en el día para funcionar de manera óptima.
Además, es fundamental que nuestra alimentación sea inocua, lo que significa que los alimentos que consumimos no causen daño para nuestra salud. Para lograr esto, debemos procurar manejar los alimentos de manera higiénica y adecuada, siguiendo las recomendaciones de almacenamiento y preparación de cada alimento.
Otro consejo es que nuestra alimentación sea variada, es decir, que en cada comida elijamos distintos alimentos para obtener una mayor cantidad de nutrientes. De esta manera, podemos asegurarnos de que nuestro cuerpo reciba todo lo que necesita para mantenerse saludable.
Es importante también que nuestra alimentación sea equilibrada, es decir, que vaya acorde con nuestra composición corporal y estilo de vida. Esto implica elegir los alimentos adecuados en las porciones correctas para cubrir nuestras necesidades nutricionales.
Asimismo, nuestra alimentación debe ser suficiente, es decir, que cubra los requerimientos de cada persona. Para lograr esto, es necesario conocer cuáles son las porciones adecuadas y ajustarlas a nuestras necesidades.
Finalmente, que nuestra alimentación sea adecuada, es decir, que elijamos alimentos de acuerdo a nuestros gustos, preferencias, cultura, entre otros factores. De esta manera, podremos disfrutar de una alimentación saludable y a la vez satisfactoria.
Una alimentación saludable es fundamental para mantener nuestro cuerpo en óptimas condiciones y prevenir enfermedades. Otras sugerencias a tomar en cuenta son:
- Consumir variedad de todos los alimentos, que sean frescos, asegurándose de incluir alimentos como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables.
- Preferir consumo de frutas y verduras con cáscara las posibles a los jugos de estas.
- Consumir alimentos de origen animal bajos en grasa y preferir cocciones a la plancha, en su jugo, asado, etc.
- Evitar azúcar refinada y alimentos que la contengan como bebidas azucaradas, botanas, dulces, panes, pastelillos ya sean caseros o industrializados.
- Disminuir el consumo de sal, preferir especias para brindar sabor a los platillos.
- Eliminar el consumo de lácteos enteros, preferir el consumo de descremados y quesos bajos en sodio.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Nutrición | Hospital Jardín