Alergias de Primavera

Alergias de Primavera: Cómo prepararse y prevenir

Para muchas personas el comienzo de la primavera es algo muy positivo por el clima más cálido, los días con más horas de luz y el poder disfrutar más fuera de la casa. Sin embargo, hay un grupo grande para el que esta estación del año es sinónimo de sufrimiento por los síntomas de la rinitis alérgica, enfermedad que corresponde a la inflamación de la mucosa nasal debido a una reacción alérgica o de hipersensibilidad a alergenos ambientales.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que si bien existen diferentes causas y cuadros, la alergia puede definirse como una reacción exacerbada del sistema inmunitario a una sustancia que su cuerpo identifica como invasor, al cual llamamos alérgeno. Ante esta presencia, el organismo genera anticuerpos que producen histamina, agente responsable de los síntomas que ocasionan el malestar.

En primavera, el cuadro más frecuente de este espectro es la rinitis alérgica, que se caracteriza por afectar la nariz y se genera cuando se inhala polvo, polen, ácaros, etc.

¿Por qué en primavera? Por la polinización de árboles, pastos y malezas, lo que a muchos les provoca estornudos continuos, congestión nasal y picazón de garganta, ojos, oídos y paladar, entre otros.

¿Qué puedo hacer para evitar las alergias?

Existen algunos hábitos que se pueden adoptar en el día a día, como:

  • Ventilar las casas a primera hora de la mañana, cuando hay menos alérgenos circulando, y que sea por un periodo corto.
  • Utilizar el aire acondicionado en el auto en lugar de andar con las ventanas abiertas.
  • No secar la ropa al aire libre en días de mayor polinización, ya que el polen se introduce en las fibras de la ropa húmeda. O sacudirla fuerte antes de guardarla.
  • Utilizar anteojos de sol al estar al aire libre, los que funcionan como una barrera física y, así, se evita sufrir conjuntivitis alérgica.
  • No exponerse a partículas irritantes, como el humo del tabaco, que puede desencadenar una reacción alérgica. 

Además de la indicación de evitar el contacto con los alérgenos, el tratamiento médico para las personas con rinitis alérgica consiste en el uso de medicamentos para controlar los síntomas, como antihistamínicos o corticoides inhalados. También es posible aplicar la inmunoterapia alérgeno específica, terapia en que se administra vía subcutánea o lingual un componente alergénico por tres a cinco años, logrando la disminución de síntomas a largo plazo. Es la única solución a largo plazo que combate la causa de la alergia y no sólo sus consecuencias.

Síntomas de alergia

Algunas de las manifestaciones más habituales son congestión y secreción nasal, estornudos, picazón de ojos, dolor de garganta u oídos y cansancio general. Ante estos signos, se debe acudir al médico para que ordene los exámenes necesarios y determine el alérgeno al cual reacciona cada cuerpo. “Una vez establecido el alérgeno, lo principal es tratar de evitar la exposición y tomar algún antihistamínico para mejorar y aliviar las molestias, aunque en algunos casos puede requerirse inmunoterapia (vacunas)”, explicó la directora médica de Vittal, María Valeria El Haj.

En primavera, el cuadro más frecuente de este espectro es la rinitis alérgica, que se caracteriza por afectar la nariz y se genera cuando se inhala polvo, polen, ácaros, etc. Las primeras señales de molestia suelen ser picazón en la nariz, la boca, los ojos, la garganta, la piel o en cualquier área; problemas con el olfato, rinorrea (secreción líquida por la nariz), estornudos y ojos llorosos. Los síntomas posteriores incluyen nariz tapada (congestión nasal), tos, oídos tapados y disminución del sentido del olfato, dolor de garganta, hinchazón debajo de los ojos, fatiga e irritabilidad y dolor de cabeza.

Conjuntivitis: Alergia Estacional

 Cuando los ojos están expuestos a un alérgeno, el sistema inmune lo detecta y se desencadena una respuesta inflamatoria que activa ciertas células que liberan sustancias como IgE e histamina, que son las responsables de la aparición de los signos típicos de la conjuntivitis alérgica.

La conjuntivitis puede ser estacional (sólo en algunos meses del año) o perenne (durante todo el año). Habitualmente, es bilateral (afecta a ambos ojos) y genera picazón, ojo rojo, lagrimeo, secreción acuosa algo mucosa, edema palpebral (hinchazón del párpado por acumulación de líquido), fotofobia y sensación de cuerpo extraño en el ojo.

A las personas alérgicas el estallido del polen de las plantas y las esporas de los hongos que se multiplican en esta estación del año le declaran la guerra a su superficie ocular.

Ante ese panorama, existen  una serie de medidas de protección para cuidar la vista en esta época:

  • Evitar lo evitable: ​La clave para el tratamiento de alergias de los ojos es evitar o limitar el contacto con la sustancia que causa el problema. Si fuese necesario, un profesional puede realizar una prueba cutánea o de sangre para ayudar a identificar alérgenos específicos.
  • Controlar el entorno:​ ​Para ayudar a minimizar la exposición al polen y otros agentes irritantes mantener las ventanas cerradas cuando se encuentre en interiores. No utilizar ventiladores de ventana, ya que éstos pueden traer polen y otros alérgenos hacia áreas interiores. Mantener las unidades de aire acondicionado limpias para evitar ciclos de alérgenos. Si el moho causa alergias, recordar que la humedad alta puede causar el crecimiento de moho.
  • Mantenerse atento al clima: ​Los recuentos de polen tienden a ser más bajos durante y después de las lluvias porque el polen se elimina por lavado. Los días ventosos, sin embargo, pueden ser irritantes porque se libera más polen en el aire, lo que aumenta la oportunidad de contacto con los ojos, la nariz y los pulmones. ​Si el polen es un alérgeno, evitar salir al aire libre tanto como sea posible cuando los índices de polen sean más altos (en general, a media mañana y temprano en la tarde) y cuando sopla el viento levante polen a su alrededor.
  • Lentes de contacto: Acotar su uso si se tiene una ​conjuntivitis alérgica estacional, particularmente cuando hay evidencia de enfermedad subyacente del ojo seco. Si esto no es posible, consultar al especialista por medicación que mejore la tolerancia a los mismos.
  • Poner barreras:​ El uso de anteojos o gafas de sol puede reducir la posibilidad de que el polen entre al ojo. Hay que evitar frotar los ojos aunque piquen, ya que esto puede mantener el ciclo alérgico. Aplicar lágrimas artificiales para limpiar el polen de los ojos. Todo lo que se ponga en el ojo para la conjuntivitis alérgica debe estar refrigerado. Las máscaras frescas para los ojos también pueden ser calmantes.
  • Mascotas: ​Si las mascotas son una fuente de alergias, mantenerlas fuera de nuestro alcance cuanto sea posible. Es especialmente importante no permitir el ingreso a un animal doméstico en el dormitorio, de modo que la persona pueda dormir en una habitación libre de alérgenos. No usar alfombras, ya que estas atrapan la caspa dejada por sus mascotas. Lavarse siempre las manos después de tocar a un animal doméstico y la ropa que haya sido expuesta a los animales.

Existen diversas líneas de tratamiento médico para ayudar a sobrellevar estos cuadros; la consulta al especialista determinará qué tratamientos son los mejores para cada caso.

Conclusión

La llegada de la primavera trae consigo la belleza de la naturaleza en renacimiento, pero también desafíos significativos para aquellos con sensibilidades alérgicas.

Reconocer y entender las alergias comunes de esta estación, como la rinitis alérgica y la conjuntivitis, así como la alergia al polen de gramíneas, es el primer paso hacia una gestión efectiva y una mejor calidad de vida. Adoptando medidas preventivas y consultando a especialistas cuando sea necesario, podemos disfrutar de la primavera con menos molestias y más bienestar.

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