De acuerdo con cifras de la OMS se espera que para 2030 existan alrededor de 1.5 millones de personas con Alzheimer en México. Esta enfermedad neurodegenerativa es la forma más común de demencia entre las personas adultas mayores que afecta gravemente la capacidad de llevar a cabo su vida diaria.
El Alzheimer es una enfermedad irreversible y comienza afectando el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Afecta principalmente a las personas mayores de 60 años y los riesgos de tenerlo aumentan si hay un familiar directo con dicha enfermedad. Actualmente existen tratamientos farmacológicos que ayudan a que los efectos de esta enfermedad se frenen durante un determinado tiempo.
Sin embargo, existen tratamientos alternativos que pueden ayudar a generar una mejor calidad de vida para el paciente y los familiares, además de servir de apoyo en el tratamiento farmacológico, evitar trastornos de conducta, promover la autonomía del paciente y fortalecer su estado emocional. Aquí te contamos sobre estas terapias alternativas:
Musicoterapia. La música es una excelente herramienta para expresar nuestras emociones y trabajar de manera creativa. Trabajar con música activa algunas partes de la memoria que pueden servir para evocar recuerdos, además de incrementar la autoestima en los pacientes.
Estimulación cognitiva. Se trata de diversos ejercicios enfocados en optimizar las capacidades cognitivas. Aquí se ejercitan áreas del cerebro como la memoria, el cálculo, el lenguaje o la percepción. Se usan herramientas como los crucigramas, rompecabezas, memoramas, entre otros.
Fisioterapia. Mantener el movimiento del cuerpo es fundamental para los adultos mayores. En el caso del Alzheimer puede ayudar en la conciliación del sueño, promover un estado de ánimo más agradable, ejercitar los reflejos, el equilibrio y la coordinación. Cuando se realiza en grupos la socialización es de gran ayuda para los pacientes.
Terapia con perros. El trabajo con perros puede mejorar diversas áreas como el desarrollo social, emocional, físico y cognitivo. Estar junto a un animal mantiene ocupado al paciente, además de promover el uso de la memoria por medio de aprenderse el nombre del perro, alimentarlo y realizar juegos con los peludos.
Terapia ocupacional. Ya que a lo largo de nuestra vida tenemos actividades que realizamos diariamente, es importante prestarle atención a estas labores para promover la motivación. Se trata de tareas sencillas que permitan el desarrollo de capacidades que aún se encuentren en los pacientes que ayudarán en su relación con el entorno.
Si bien, el uso de estas terapias alternativas no está 100% comprobado, sin duda es una buena herramienta que ayudará a los enfermos de Alzheimer a tener una calidad de vida superior. De igual manera brindará tranquilidad a los familiares que conviven diariamente con los pacientes, generando una mejor convivencia y reducirá el estrés que esto pueda ocasionar. Es necesario evaluar al paciente para saber que tipo de terapia complementaria puede funcionar, además de que se adecúe a sus necesidades específicas.